jueves, 19 de noviembre de 2009

La Didáctica, O, La Ciencia De La Labor Docente

El proceso educativo es Constituir espacios
de Comprensión y entendimiento
Luís Alfonso Ramírez Peña

Concibiendo la didáctica como la ciencia del aprendizaje y la enseñanza, mediada por la labor docente, es primordial resaltar aquí no solo el quehacer de los docentes encargados de la formación de los niños y jóvenes de una sociedad sino también considerar las herramientas que emplean estos para ejercer esa influencia sobre el conocimiento. Porque el proceso educativo va más allá de la simple transmisión de contenidos, se trata de una puesta en escena que debe hacer el maestro de manera consciente para atraer a los estudiantes a ese mundo del saber. Como lo menciona el doctor Jairo García Nagles en su texto Metodología De Enseñanza De La Lengua al usar el término enseñanza didáctica para destacar “la acción intencionada, sistemática, planeada, estructurada, organizada, orientada, de parte del profesor para influir sobre la conducta del alumno”. He aquí la razón de ser de este texto, destacar la didáctica como la ciencia de la labor docente y más aun para subrayar el efecto que esto ocasiona en la reconfiguración de la imagen de maestro.

Porque “la educación ha logrado que las personas aprendan a leer pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer” señaló León Tolstoi en una de sus declaraciones. Los maestros, y en general la educación, han ido olvidando su papel de formadores del carácter y de las sociedades mismas convirtiéndose en simples dictadores de clases (entendido sea el término en el buen sentido de la palabra, si es que lo posee), y más aún haciéndolo de forma iterativa, coartando también la actividad estudiantil. Lo que no ha permitido ni el avance de los jóvenes ni de las ideas que de ellos se deben originar.

Resulta ineludible reconocer la labor que como maestro se desempeña en la formación de los educandos y el modelo que se crea alrededor de las clases que se orientan, es decir la imagen del maestro que se crean los jóvenes por la manera en que son llevados por este hacia el conocimiento, es por tales razones que cada docente debe considerar que no solo es un dador de clases sino que su función en la sociedad es de suma importancia, por lo que exige una preparación y más aun una entrega.

Si bien es cierto cada una de las actividades que se realicen dentro y fuera del aula se verán permeadas por las concepciones personales que se posean, - como se puede observar en la película del director José Luís Cuerda “la lengua de las mariposas” en donde un maestro de escuela transmite a sus estudiantes el amor por la naturaleza y la lectura como única fuente de libertad, que refleja sus idearios políticos y que no está de acuerdo con el estado conservador en el que se encuentra- también es cierto que se debe ser conscientes que todas estas deben estar mediadas por el amor a la educación y la vida. Para reforzar esta idea se pueden traer a colación las palabras de Freire al hablar sobre la labor docente “la práctica educativa es algo muy serio. Tratamos con gente (…) participamos en su formación. Los ayudamos o los perjudicamos en esta búsqueda” en donde queda claro que esta función.

No se trata de quedarnos en lamentaciones o reproches, sino en empezar a entender que la forma en que sean llevados los temas al salón de clases puede cambiar en mucho las formas de saber y conocer, alguna vez Einstein dijo que si los maestros tuvieran libertad de elegir los materiales y los métodos de enseñanza se podría trabajar con mas gusto y tener mas conciencia de su responsabilidad.

Por que en nuestra sociedad es muy frecuente encontrar maestros cansados de su ejercicio que cumplen con labor como cualquier operario de maquinaria, un horario, unos temas, unos muchos regaños y una lista de calificaciones junto con un observador son las herramientas con las que día a día este trabaja, ejemplo que puede ser observado en el cuento la iniciación , este es un hombre diferente al observado líneas mas arriba, pues esta figura representada aquí por dos maestros cansados de su oficio y peor aun de sus estudiantes es la más frecuente en nuestro medio.

Lo que se desea no es ocultar la realidad, sino rescatar aquellas cosas que dignifican lo que representa ser docente y como se viene discutiendo desde el inicio la manera en que se puede influir en el conocimiento a través de la metodología que se posea y de las estrategias didácticas que se manejen para ello, por que esto significaría la transmisión por el amor al conocimiento y especialmente el asombro por el mundo que en últimas es lo que nos permite acceder al saber, es el asombro el motor y la curiosidad el vehículo, son estas cualidades infantiles las que se cultivan con la docencia en pro del bienestar del pueblo, y es la indiferencia del maestro ante dichas cualidades las que hacen que el conocimiento pierda su valor , tal como aparece reflejado en el cuento de Manuel Rivas (al que la película debe su nombre) la lengua de las mariposas “como si sus palabras entusiastas tuvieran efecto de poderosas lentes sentí pronto que el silencio era el peor castigo imaginable. Porque todo lo que tocaba era un cuento atrapante”.

Así que la reconfiguración de la imagen del maestro debe ser mediada por actividades que permitan la aproximación de niños y jóvenes no solo al maestro sino también al saber, es decir por la didáctica, por que se puede dejar de ser alumno por una hora pero no se puede dejar de ser maestro ni un solo segundo.

Sandra Milena Botello Carvajal

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